miércoles, 1 de febrero de 2012

Los Puntos sobre los IES


LOS PUNTOS SOBRE LOS IES

by soypublicaclmweb

Cuando alguien tiene muchas verdades que contar, no sabe por dónde empezar;  por supuesto, el sentido común nos invita a empezar por el principio.
Hace ya 3 semanas publicamos CON LAS ARCAS EN LOS TALONES, donde denunciábamos la lamentable situación económica de los centros docentes de Castilla-La Mancha. Pasado este tiempo, la Administración no sólo no ha dado señales de vida directamente a los centros, sino que a través de algún medio de comunicación lanzó a los cuatro vientos que el dinero llegaría “en breves días” (afirmación de Marcial Marín el 17/01 y publicado al día siguiente en ABC). La cuestión es que a 31 de enero los centros continúan esperándolo y consultadas diversas fuentes, se aventuran a indicar que éste ya ha sido librado, si bien incomprensiblemente no ha sido transferido a los centros y continúa retenido en la Tesorería de Hacienda.
Si sólo fuese cuestión de paciencia, no habría por qué preocuparse en exceso. Pero sin duda debemos activar los sensores de alarma porque cuando llegue lo que parece que nunca llega, mucho nos tememos que no sea lo adeudado, sino un nuevo parcheo con el que apaciguar nuevamente los ánimos y darse un tiempo de respiro para recuperar el pulso de la caótica situación... ¿¿¿O NO???
Algunos rumores también apuntan a que se pueda librar únicamente una parte de lo adeudado y aprobado para 2011, y borrón y cuenta nueva para 2012... ¡¡Mejor no pensarlo!!
Sea como fuere, el verdadero problema continúa latente: un comienzo de año donde acaban de aprobarse en todos los Consejos Escolares castellano-manchegos las cuentas de 2011 que arrojan números rojos en todos sus programas, y a la vuelta de la esquina unos ilusorios e imaginarios presupuestos a elaborar para 2012 sin haber recibido los centros, hasta la fecha, ningún tipo de orientación económica al respecto.
Y es que no sólo se adeuda a los centros de secundaria el 60% de los llamados gastos de funcionamiento, con los que se sufragan todos los gastos operativos del centro: los gastos fijos ineludibles de agua, luz, teléfono, tasas municipales, mantenimiento de edificios, ascensores, combustible para calefacción, fotocopiadoras, jardinería, sistemas de alarma, etc.; y los gastos variables de los no menos eludibles suministros para las distintas actividades docentes (folios, tizas, cartulinas, material de papelería variado, etc.), por no mencionar el repintado de aulas, las reparaciones de mobiliario, de edificios o del equipamiento, así como la actualización y mantenimiento de los obsoletos equipos de las diferentes aulas de informática (Althias incluidas) o la reposición de ratones, teclados y auriculares que desaparecen por arte de magia.
Hablamos de necesidades básicas, pero también tenemos  que hablar de todos los gastos derivados de los Programas de Cualificación Profesional (PCPI), tan demandados estos años, o de los Ciclos de Formación Profesional (FP). Los primeros se implantaron en los centros con unas asignaciones económicas extra que, en la mayoría de los casos nunca llegaron, a pesar de haber anticipado los centros las asignaciones prometidas; y los segundos, requieren de materiales específicos que suelen ser bastante caros que se sufragan del mismo saco de los gastos de funcionamiento en la mayoría de los casos.
Pero, continuemos haciendo números…
Prácticamente de todos los programas y proyectos en los que los centros participan, que son aprobados y que dependen directamente de la JCCM , se recibe un porcentaje de la cuantía asignada (generalmente cuando la actividad o proyecto ya está en marcha) y además los centros deben anticipar el porcentaje restante hasta que años después la JCCM, satisface la cantidad adeudada. Sumémosle el dinero procedente de las liquidaciones de la Formación en los Centros de Trabajo (FCT) de los alumnos de FP y PCPI, añadamos las asignaciones especiales derivadas de algunas obras o reparaciones extraordinarias, los comedores escolares, el programa de libros gratuitos, la participación en Programas Europeos (Comenius, Leonardo...), Programas del Ministerio, las becas de los Auxiliares de Conversación de legua extranjera...
Si a estas alturas de la película les queda algo de dinero en caja para poner pilas a la calculadora, comprobarán que el dinero que llega a los centros no sólo es complicado de gestionar por lo ajustado del presupuesto impuesto desde la Administración, sino que además deben tener dotes de pitonisa Lola para atisbar en qué momento arriesgarse a abrir y/o cerrar la hucha ante la incertidumbre de cuándo pueda llegar "la paga".
Y para colmo, la Administración tiene la suerte de su lado porque aunque los bancos devuelvan los recibos impagados domiciliados, las amenazas de corte de los servicios raramente se llevan a cabo. O si se producen, o los centros se quedan sin gasóil para calefacción, cuando la noticia salta a los medios de comunicación, rápidamente la Consejería gestiona un par de llamaditas a la empresa de turno para que suministre de inmediato y fíe al centro. No, si encima tendremos que darles las gracias y todo.
Hasta aquí unos cuantos puntos sobre las íes, mejor dicho, sobre los IES.

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