Desde el Bloque estudiantil de
Toledo, como organización perteneciente a Estudiantes en Movimiento, red
estatal de asociaciones de estudiantil, condenamos la represión que el gobierno
está imponiendo contra los movimientos sociales en todo el Estado. En
concreto con la detención de 17 activistas en Madrid durante el día del 28 de
noviembre, bajo el pobre pretexto de su vinculación con las acciones violentas
del 20 N en la facultad de Derecho de la UCM. EeM y el resto del movimiento
estudiantil saben que las y los activistas de movimientos sociales actúan a
cara descubierta y no están vinculados con acciones delictivas, por lo que su
detención obedece a una premeditada caza de brujas contra la disidencia
política por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid.
No nos es indiferente que este
hecho represivo se de en el momento en que se aprueba la LOMCE, creando una
cortina de humo para que no se vea de nuevo como se tramita una ley con una
fuerte soledad parlamentaria y utilizando la represión para ocultar la falta de
apoyo social y educativo abrumador.
Asimismo, en Sevilla fueron
detenidas en las puertas de sus casas y en la calle 7 personas que participaron
en la contra-concentración convocada el pasado 26 de octubre, que pretendía
evitar que la manifestación realizada por la organización fascista Respuesta
Estudiantil. Se les acusa de impedir el derecho a manifestación ¿Es delito
tratar de impedir una convocatoria de corte fascista cuando hasta son las
autoridades institucionales las que la permiten?
Los hechos se producen en un
contexto en que los poderes políticos del PP, que no paran de empobrecer a la
mayoría social y expulsar al estudiantado de los centros de estudios, blindan
su potestad despótica mediante la reforma del código penal o de la ley de
seguridad ciudadana (aprobada en su momento por el PSOE) para ejercer la violencia
frente a los ciudadanos y los movimientos sociales que se organizan para
construir una alternativa.
La ola de represión de hoy, que
sigue abierta, es un intento por acallar la protesta social y provocar un
estado de miedo permanente en la población movilizada por sus derechos, todo
ello amparado por una derecha estudiantil ridícula que señala a los activistas
que la policía detiene con un pretexto falso, todo mientras las agresiones
neonazis en la Universidad Complutense permanecen totalmente impunes.
Son falsas las acusaciones de
actos ilícitos, lo que no podemos tolerar es que las autoridades se escuden en
una ley tramposa para hacer lo que les venga en gana, puesto que eso NO es
democracia.
En cuestión de días el Gobierno pretende
impulsar una nueva ley que podría llegar a imponer multas astronómicas de hasta 600.000 euros a cualquiera que
participe en protestas pacíficas. El PP sabe que con tantas políticas
impopulares está perdiendo la batalla frente a la opinión pública, y con esta
Ley de Seguridad Ciudadana busca anular
las voces de los que denunciamos sus fechorías y exigimos responsabilidades.
Por todo ello, el Bloque
Estudiantil de Toledo expresa su solidaridad con el movimiento estudiantil y
sus activistas reprimidos por las fuerzas de seguridad del Estado, y exige en
consecuencia la dimisión de la Delegada de Gobierno en Madrid, Cristina
Cifuentes, así como la puesta en libertad de los activistas estudiantiles cuyo
único delito ha sido defender la universidad pública. Algo que sin duda vamos
a seguir haciendo desde el movimiento estudiantil en todo el Estado.